Ufff... me encuentro fatal... vaya dolor de cabeza... Tengo los ojos cerrados, pero aun así... toda esa luz... ¿No podrán respetar a un pobre enfermo que acaba de despertar en su cama? Me muevo, buscando arrebujarme bajo mis sábanas, pero noto algo extraño. Esto no es mi cama... esto es ¿arena?.
Abro los ojos. La luz de un sol mañanero inunda mis retinas, añadiendo más dolor a mi infierno particular. Trato de protegerme de la luz llevándome las manos a la cara... la tengo llena de arena seca. ¿Dónde cojones estoy?
Me siento sobre la arena y echo un vistazo. Estoy en una playa tropical, de arena blanca que no quema. El mar verde turquesa está tan tranquilo y transparente que veo con todo detalle un pez payaso entre los corales del fondo. No hay nada en el inmenso horizonte, bajo un cielo azul tan límpido que casi me hace llorar...
Oigo un ruido. Me doy la vuelta, alarmado. Es entonces cuando me doy cuenta de que estoy desnudo. ¿Pero cómo...? Mi pene fláccido cubierto de arena no me responde, y otra vez lo oigo. Me pongo de pie tapándome con una mano... y me encuentro mirando una estupenda e impenetrable selva que abarca todo mi campo visual. Por encima de ella una montaña cubierta de vegetación, imponente... pero no es eso lo que ha hecho ruido.
Y de pronto lo veo. Tres ojos rojos sin pupila, del tamaño de faros de camión me observan entre los matorrales.
Tres.
Ojos.
Rojos.
Sin pupila.
Grandes, muy grandes, sobre una cara que no consigo ver... Y yo tampoco me quedo a esperar a verla. Huyo. Corro por la playa como un poseso, luchando contra la arena que absorbe cada paso que intento dar. Escucho la vegetación moverse, la madera partirse y un thump-thump de algo pesado contra la tierra, pero no miro atrás. Sigue corriendo, Forrest. No mires, no mires atrás... no mires atrás... porque ¿qué es eso que hay tendido en la playa, delante de ti?
Me atrevo a mirar para atrás, resoplando del esfuerzo. Nada en la playa. Nada en la selva... pero sigo escuchando el quejido de la selva al adentrarse lo que sea en ella. Suspiro hondo y me hinco de rodillas en la blanca arena, al lado de uno.
Uno de varios cuerpos tendidos en la arena, desnudos como yo... y parece que también dormidos.
Extiendo la mano y zarandeo ligeramente el cuerpo.
- Despierta... ¡despierta, quien quiera que seas!
---------------------------------------------------------------------------
Bueno, como gatita_dulce tenía tantas ganas de un relato, pues aquí empiezo yo uno. Quedáis bienvenidos todos.
En mi caso voy a interpretar a Pablo, un tipo de veintipocos guapete, alto y atlético.
Esta es su foto:
http://www.modelboy.com/imageJP9.JPG
Animaos!!
Abro los ojos. La luz de un sol mañanero inunda mis retinas, añadiendo más dolor a mi infierno particular. Trato de protegerme de la luz llevándome las manos a la cara... la tengo llena de arena seca. ¿Dónde cojones estoy?
Me siento sobre la arena y echo un vistazo. Estoy en una playa tropical, de arena blanca que no quema. El mar verde turquesa está tan tranquilo y transparente que veo con todo detalle un pez payaso entre los corales del fondo. No hay nada en el inmenso horizonte, bajo un cielo azul tan límpido que casi me hace llorar...
Oigo un ruido. Me doy la vuelta, alarmado. Es entonces cuando me doy cuenta de que estoy desnudo. ¿Pero cómo...? Mi pene fláccido cubierto de arena no me responde, y otra vez lo oigo. Me pongo de pie tapándome con una mano... y me encuentro mirando una estupenda e impenetrable selva que abarca todo mi campo visual. Por encima de ella una montaña cubierta de vegetación, imponente... pero no es eso lo que ha hecho ruido.
Y de pronto lo veo. Tres ojos rojos sin pupila, del tamaño de faros de camión me observan entre los matorrales.
Tres.
Ojos.
Rojos.
Sin pupila.
Grandes, muy grandes, sobre una cara que no consigo ver... Y yo tampoco me quedo a esperar a verla. Huyo. Corro por la playa como un poseso, luchando contra la arena que absorbe cada paso que intento dar. Escucho la vegetación moverse, la madera partirse y un thump-thump de algo pesado contra la tierra, pero no miro atrás. Sigue corriendo, Forrest. No mires, no mires atrás... no mires atrás... porque ¿qué es eso que hay tendido en la playa, delante de ti?
Me atrevo a mirar para atrás, resoplando del esfuerzo. Nada en la playa. Nada en la selva... pero sigo escuchando el quejido de la selva al adentrarse lo que sea en ella. Suspiro hondo y me hinco de rodillas en la blanca arena, al lado de uno.
Uno de varios cuerpos tendidos en la arena, desnudos como yo... y parece que también dormidos.
Extiendo la mano y zarandeo ligeramente el cuerpo.
- Despierta... ¡despierta, quien quiera que seas!
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Bueno, como gatita_dulce tenía tantas ganas de un relato, pues aquí empiezo yo uno. Quedáis bienvenidos todos.
En mi caso voy a interpretar a Pablo, un tipo de veintipocos guapete, alto y atlético.
Esta es su foto:
http://www.modelboy.com/imageJP9.JPG
Animaos!!
